El propósito

"El ejercicio físico es una bobada. Si estás bien no lo necesitas y si estás mal no puedes hacerlo."
Henry Ford

Desde que cumplí años, unos meses atrás, me he planteado hacer cambios en mi vida, no todos avanzan al ritmo deseado pero para bien, algunos avanzan con lentitud. Uno de ellos -que ha sido mi deseo secreto durante gran parte de mi vida-, no ha sido iniciado, pero al final debo dar el primer paso.

Cuando se llega a mi edad, la etapa ridículamente llamada del adulto joven contemporáneo, lo mejor es comenzar a hacer ejercicio para poder sobrellevar la segunda parte de la vida en buenas condiciones. Nunca he sido atlético, pero ahora me he propuesto romper las barreras de la flojera -sin duda la parte más difícil- y me he establecido un plazo de tres años para estar en forma y terminar con el cuerpo que tanto he deseado y admirado en los otros.
Un plan integral que incluye comer sano, darle forma al cuerpo y moldear el espíritu. Hasta he pensado en decorar mi cuerpo, pero me detengo al pensar en los estragos que la tinta hace sobre mi piel (eso es asunto para otra anotación). Pero vayamos por parte y comencemos por lo importante: ejercitarme.
Los resultados al tiempo, sin duda lo consignaré en este espacio...