jueves, 20 de mayo de 2010

La ira


"Los privilegios de la ira son: no creer a los amigos, ser súbito en los hechos, tener encendidas las mejillas, aprovecharse presto de las manos, tener desenfrenada la lengua, decir a cada palabra una malicia, enojarse de pequeña ocasión y no admitir ninguna razón."
Plutarco
Hasta mi ventana llega un viento negro, cargado de ira, con un triste olor a muerte. El mismo viento que corre por los callejones, plazas y ciudades de este país. ¿Cúales son los motivos de este terrible sentimiento? ¿Por qué nos atacamos entre hermanos? Ya no existe un momento de tranquilidad, el desencanto nos invade y ante la impotencia surge el rencor social, ese que aniquila.
La miseria en que viven algunos, la opulencia de otros y la falta de oportunidades de los más da pie a esta ira desatada que descompone el corazón.
La violencia, la lucha contra la misma. El linchamiento de una delincuente visible. El secuestro de políticos. La intolerancia en las calles. Y en medio de esto los que se aprovechan generando un ambiente de anarquía.
Salgo a la calle y noto el enojo, el rechazo en caras que miran con desdén. La apatía, la falta de solidaridad. Pero por sobre todo el miedo.
Con el dolor llegan las preguntas ¿Por qué? ¿Cuánto tiempo más? ¿Qué hacer?

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